Empezando esta aventura

EMPEZANDO ESTA AVENTURA

Por fin aquí está la sorpresita que os venía anunciando estos días.

Espero que este espacio llegue a ser un lugar de encuentro interactivo; ese libro de visitas; el diario de bitácora en el que también vosotros reflejéis libremente vuestras impresiones y emociones, y así nos enriquezcamos todos.

¡Ojalá que os guste! Irene

jueves, 5 de junio de 2014

Diario desde una casa encantada

En la casa nueva hay mucha luz y algún duende travieso que me envía mensajes simpáticos cada día.

La primera noche le dijo a una estrella fugaz que pasara justamente por delante de la ventana que hay en el techo de mi dormitorio. Sería para recordarme lo afortunada que soy por poder dormirme cada día mirando el firmamento.

Otro día me indujo a abrir la típica caja de mudanza que se queda en el trastero por los siglos de los siglos.

–¿Te quito estas cajas de tu habitación? –Me dijo María, la amiga que estaba ayudándome en ese momento.
–Vale, pero pesan mucho. Parecen libros.
–¿Los vas a colocar ahora?
–No, aún no.
–Pues si quieres te las llevo a otra habitación, así, sin abrir, para que no estorben.
–¿No te importa si las abrimos? Me gustaría saber lo que hay dentro – le respondí, tras cierto titubeo.
–Para nada. Mira, en esta hay álbumes de fotos.
–¡Déjame coger este negro grande, a ver si hay fotos de Ecuador y te las enseño!

Cojo el álbum, que era de estos que había antes, con funditas de plástico para poner cinco o seis fotos por página. Pesaba un montón.

–Ay, no. Esto son fotografías de mis sobrinos cuando eran pequeños –le comento, mientras me distraigo de la realidad y viajo en el tiempo.

Pasaba páginas y páginas. María, yo creo que aburrida, iba abriendo otras cajas. De repente algo llamó mi atención. En uno de los bolsillitos del álbum, colocado como si fuera una foto más, había un sobre y dentro del sobre…una cantidad de dinero nada despreciable.

–¡María, mira!
–¡Halaaa! ¿No sabías que tenías esto aquí?
–Pues, la verdad, es que no me acordaba…
–Ja, ja, ja. Pues te va a venir muy bien ahora, que tendrás gastos extraordinarios con el cambio de casa.
–Soy un caso.
–Quizás deberíamos revisar bien todas las cajas.


Y es que es verdad, soy un caso. Pedí ayuda a mis amigas de Boadilla para los días del traslado. Organizaron un comando para ir pasando por la casa a diferentes horas, de modo que no estuviera sola. Unas, el lunes, otras, el martes y otras, doblete. Total, que el lunes 26, allí me veis en la casa antigua a las nueve de la mañana, tomando un café con Ana y esperando a los de la mudanza. A las diez, ya iba por el segundo café, esta vez con Patricia y sin noticias de ellos.

–¡Qué raro! Me parecieron muy formales.
–Deberías llamarles.
–Tienes razón.

–Buenos días, soy Irene Aparici y tengo contratada con ustedes una mudanza para hoy y mañana, pero sus compañeros no han llegado todavía.
–Un momento, por favor, que compruebo qué ha pasado.
–Sí, por favor, porque me insistieron que empezarían puntuales a las nueve.
–¿Sra. Aparici? Ha debido de haber un malentendido, porque nosotros tenemos su mudanza programada para mañana y pasado.

Os podéis imaginar la situación. Yo casi llorando y Patricia, tan animosa como siempre: Irene, no pasa nada, ahora mando un mensaje al grupo de wassap y nos reorganizamos rápidamente.

¿Cómo puedo estar tan despistada? Finalmente llegaron el martes a las nueve de la mañana “sharp”.

El cambio de casa no podría haber ido mejor. Todos los miedos y agobios que tenía, me los habéis ido espantando uno a uno. Miedo a no encontrar una casa que se ajustase a mis necesidades y posibilidades; miedo a que me ingresaran en el hospital, como en meses pasados; miedo a que a los niños no les gustase mi decisión; miedo a verme empantanada en la antigua casa, con muebles y trastos que no me valían; miedo a verme en la nueva, invadida por las cajas y el polvo; miedo a haber hecho mal las cuentas; miedo a un accidente durante la mudanza… Muchos me decís que soy valiente, pero ya veis que tengo un montón de miedos. A cambio, tengo la fortuna, inmensísima fortuna, de estar rodeada por personas que me quieren (me queréis) y que me ayudan a enfrentarlos. He dado algunos nombres propios por amenizar el relato, pero la lista es muy larga, lo sabéis.

Durante la mudanza hubo momentos en los que éramos casi veinte personas trabajando, entre amigas–las chicas– y operarios –los chicos. Fue una paliza, pero también hubo risas y ratitos de descanso. La noche del miércoles estaban todos los muebles colocados, la cocina limpia y ordenada, cada caja más o menos en su habitación de destino, la ropa ordenada y mi habitación preparada incluso con velitas. Me fui a la cama muy reconfortada y dormí de maravilla, a pesar del cansancio.

Al día siguiente me fui de médicos. Hasta en eso, esta semana ha sido mejor que otras. No he tenido bajón emocional a causa de la quimio, ni ese agotamiento que me mete en la cama por dos días. ¡Incluso volví a participar en el concurso semanal de relato breve de Netwriters!

El lunes por la noche mi duende me recordó que anda por aquí. En un disco de algodón puse unas gotas de aceite de rosa mosqueta, con la intención de mezclarlo con tónico y limpiarme bien la cara. En lo que trasteaba entre los botes de cosmética, miré el algodón y el aceite había dibujado en él un corazón anaranjado y perfecto. No pude evitar sonreírme.

Hoy se cumple una semana desde que estoy durmiendo en esta casa. Los cuadros y las cortinas están colocados, tan solo faltan pequeños detalles decorativos. Y todo está bastante limpio. Por contar algo malo, tanto polvo ha habido que me cuesta respirar. Asma alérgico, un achaque más a agregar a la lista. He recuperado los humidificadores de cuando los niños eran bebés y parece que ayudan.

De los niños os pensaba escribir a continuación, de cómo han aprendido a ponerle buena cara a los malos tiempos, de lo centrados que están en los estudios, de cuántas cosas me cuentan del colegio, de cómo me cuidan a su manera, pero Javier ha entrado en mi habitación con aire preocupado:

–Mamá, es que te quiero decir algo, pero no sé cómo hacerlo para que no te afecte.
–Pues contándomelo con tranquilidad, mi amor. Te escucho.
–Es que… prefiero que no vengas al cole sin la peluca– a duras penas contengo las lágrimas– A mí me gustas igual con pelo corto, largo o sin él… pero esta tarde he oído a unos niños que se han puesto a cuchichear y eso no me gusta.

Por un momento he estado tentada de recordarle cierto pasaje de Mamá se va a la guerra, pero ya no le puedo pedir más y menos después de tanta sinceridad y valor para decirme algo así.

–No te preocupes, hijo. En realidad yo también creo que me favorece más la peluca. Mi pelo aún está muy cortito.

Me sonríe, me llena de besos y con su “¡Gracias!”, rompe todas mis murallas.

He estado un ratito llorando a solas, hasta que he dejado de sentir lástima para pasar a admirar a Javi, con toda su sensibilidad e inteligencia emocional.  He estado a punto de dejar este email para otro día, pero, si comparto tanto con vosotros, ¿por qué no también estos momentos, aunque sean más dolorosos? Con todo se aprende, con todo se crece.

Apago la luz y miro por la ventana. Marte me está esperando vestido de rojo, allá arriba, como cada noche esta semana, para desearme felices sueños… un día más… gracias.


miércoles, 4 de junio de 2014

Feria del Libro de Madrid - 2014

¡Hola!

Aquí podéis ver listado de autores e ilustradores que firmarán en #FLM14Feria del Libro de Madrid, en la caseta número 152 de Cuento de Luz: http://www.ferialibromadrid.com/expositor.cfm?id=4631

Y aquí, una foto de la caseta 152: https://www.facebook.com/Cuento.de.Luz.Esp?ref=ts&fref=ts

A mí me han reservado el próximo domingo 8 de junio de 12:30 a 13:30.

¡Me encantará veros!


Muchos besos
Irene

miércoles, 14 de mayo de 2014

MUDANZAS

Una mudanza es un viaje al futuro: nueva casa, nuevos vecinos, nuevas luces… y también al pasado. Ayer, reorganizando las cajas que tengo en el trastero, aparecieron varios cuadernos. Aparentemente eran los cuadernos que utilizaba para tomar apuntes en la Universidad o notas de trabajo. Y allí, camuflados entre cuentas de pérdidas y ganancias, actas de reuniones y teléfonos de clientes, han aparecido páginas con diarios de los últimos treinta años de mi vida.

Pensaba que hoy no tenía mucho que ver con la mujer que era hace apenas cuatro años y, sin embargo, hay algo, nuestra esencia, que no cambia con el paso del tiempo. Al reencontrarme con estos diarios me he dado cuenta de que sigo siendo la misma desorganizada de siempre, escribiendo aquí y allá en el primer cuaderno que tengo a mano. Al releerlos, veo que sigo sintiendo de la misma manera intensa el amor, los paisajes, las frustraciones, los proyectos. En definitiva, esta vida. Al profundizar en ellos, entiendo que las preguntas existenciales siguen y seguirán siendo las mismas y que, ya hace muchos años, me daba las respuestas que hoy para mí son válidas.

Continúo el viaje.

martes, 6 de mayo de 2014

Cambios

Queridos FFF (familia, amigos y seguidores, ininglispitinglis):

Sinopsis, para los que vais con prisas:

1.       Me siento mejor.

2.       Continúo combinando tratamientos de medicina alopática, con terapias energéticas, medicina holística y terapias psicológicas muy especializadas.

3.       Me cambio de casa.

4.       Firmo en la Feria del Libro de Madrid

5.       Entre todos me habéis devuelto las ganas de vivir. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Desarrollo. Ya sabéis, a veces profunda, a veces descriptiva y a veces irónica, pero tratando de poner todas las comas en su sitio:

Hace ya 39 días que, desesperada, sin fuerzas y con ganas de tirar la toalla, os pedí ayuda energética y amorosa… y ahí estuvisteis y estáis, una vez más, de mil maneras, incluso con un contador de corazones diario en Facebook, razón ésta por la cual sé con exactitud cuántos días han pasado.

En este mes me he embarcado en varias cosas nuevas, incluso he salido unos días de viaje y eso no habría sido posible sin el aporte extra y concentrado de energía y cariño que me habéis dado. De verdad, creéroslo porque es así.

Pienso en cómo estaba entonces y en cómo estoy ahora y no doy crédito. He recuperado gran parte de mi energía vital y la serenidad (y también los pelos, las cejas y las pestañas). Aquella etapa de ratona fue una experiencia durísima, que me enfrentó directamente con la muerte, en muchas de  sus variantes. Supongo que fue necesaria para que aprendiese algo y tal vez por eso, hoy, veo la vida desde otra perspectiva. He pasado del: «ya no espero nada de la vida» al «qué espera la vida de mí», o en definitiva, «para qué estoy aquí aún». Lo estoy descubriendo…

Las novedades:

Además del tratamiento de quimioterapia, que es una vez por semana y que tiene como efecto secundario principal que 48 horas después paso un día muy cansada, me está haciendo seguimiento de la herida y de la infección una médico internista que bien podría presentarse a un concurso de coctelería antibiótica porque, de momento, no he tenido que ingresar en el hospital otra vez, a pesar de que los bichos que se me han colado son unos hijos de puta resistentes. 

Las curas me siguen limitando, pero ahora he descubierto que me las pueden hacer los enfermeros del Centro de Salud, lo que libera bastante a las amigas que estaban viniendo a casa a curarme e incluso me permite pensar en algún viaje.

También he entrado en una fase de reorganizar mi vida en distintas áreas, tratando de abrir vías complementarias a la quimio para mi sanación y buscando mi bienestar, físico y emocional.

He tenido algunas sesiones de psicología transgeneracional y de reprogramación celular con Enric Corbera y Cristina Cáceres. Me han servido para tomar conciencia de cuáles de mis relaciones me estaban generando estrés y por qué. Una vez que lo vi claro, tomé acción, hablando, incluso discutiendo, con quien tocaba y tratando de encauzar esas relaciones hacia un punto más equilibrado. Me ha sido difícil mover la ficha sin saber qué desplazamientos iban a producirse en los demás, pero a corto plazo yo he ganado en tranquilidad y, de cara al futuro, creo que todos ganamos. Parece que estuviera hablando de algo misterioso, pero básicamente se trata de un análisis del sistema familiar con diferentes técnicas (PNL, Constelaciones, repetición de patrones, etc.) para poner al descubierto los desequilibrios relacionales, que en mi caso son fundamentalmente con mis hijos y su padre y con mi madre. Vamos, lo normal, son las personas más importantes de mi vida. No sé hasta qué punto esto está relacionado con el cáncer, lo que sí sé es que hoy vivo más serena, más en paz.

Por otro lado, he cambiado mi dieta. Es algo que ya había empezado a hacer y que tuve que suspender durante el ensayo. Esta vez me está siguiendo el Dr. Martí Boch, del que muchos habréis oído hablar. Dieta alcalina, sin carnes rojas, ni leche, ni azúcares, ni grasa. Un cambio de hábitos tremendo para mí, pero estoy en ello y creo que bien. Al menos el jamón cinco jotas y el buen vino tinto se consideran saludables. Durante un mes he estado agobiada con eso de la comida, porque imagináos la situación: con lo que me gusta comer fuera y lo poco que me gusta cocinar, una semana estoy yo sola con la dieta alcalina, de productos integrales y ecológicos, y la siguiente semana vienen los niños y la chica. Esta no come cerdo, Javier es vegetariano y Sergio se niega a renunciar a un buen chuletón… un caos caótico… pero el asunto ya está más o menos encauzado y se me ha pasado el agobio.

La dieta va complementada con un montón de gotitas que saben a aguardiente del malo y con cápsulas de vitaminas, colágeno, oligoelementos, aminoácidos y hasta con unas inyecciones de enzimas (creo) que van a fabricar a partir del sedimento de mi propia orina… el objetivo es limpiar al máximo mi organismo de tóxicos, para que el hígado, los riñones, la piel o los pulmones tengan capacidad de funcionamiento, reforzar a tope el sistema inmunitario, regenerar tejidos y crear un “ambiente” desfavorable para el cáncer.

El resultado aún está por ver, pero es cierto que día a día me voy encontrando mejor, más fuerte y recuperando peso y, sobre todo, las ganas de estar activa. Los análisis de sangre me van saliendo fantásticos y aunque a veces me siento cansada, mi aspecto y estado general son buenos, ante el estupor del General y demás oncólogos. 

En fin, se trata de abrir nuevos caminos además de la quimio, que ya veis que no está teniendo mucho éxito conmigo. Estoy igualmente a la espera de los estudios genéticos que están haciendo en USA y de ver cómo evolucionan mis ratones. No sé por dónde va el cáncer ni cuándo me harán pruebas. Dedico mucho tiempo a todo esto, pero pocas veces pienso ya en términos de enfermedad, sino de salud.

También me cambio de casa este mes. Es un piso bastante hermoso, aquí en Boadilla, con mucha luz, en una urba residencial, pero al lado de todos los servicios y de la zona por donde salen los adolescentes. Yo creo que cada casa tiene su momento, en función del período de la vida de quienes la habitan. He estado en esta, en general, muy a gusto. He vivido momentos maravillosos y momentos jorobadísimos, pero sobre todo, cuando Alberto y yo nos separamos, cumplió una función importante para los peques, gracias a los jardines comunes y la cantidad de niños que viven aquí. Y ahora… toca otra cosa.

Debería escribir con más frecuencia, que se acumulan los asuntos para contaros y luego me salen correos larguísimos.

¡He vuelto a escribir también! De momento mi diario, que lo tenía abandonado, y algún relatito, pero es un gran paso, ya que estuve días y días sin querer siquiera abrir el ordenador.

Algo que me hace muchísima ilusión es que empezamos ahora con la promoción del último cuento: La danza del tiempo. Algunos de vosotros lo habéis comprado ya en la tienda on-line de Cuento de Luz. De momento es la mejor opción, pero me consta que los distribuidores ya se están poniendo las pilas con las principales librerías. Otra buena opción es Amazon y otra aún mejor: pasarse por el stand de Cuento de Luz en la Feria del Libro de Madrid, aprovechar para darme un beso y ¡llevaros el cuento dedicado por el ilustrador y la autora! Ya confirmaré fechas, pero me parece algo extraordinario para el ego eso de firmar en la Feria del libro. ¿A que mola?

A nivel espiritual sigo indagando, aprendiendo y tratando de reflejar lo aprendido de manera natural, sin adoctrinamientos, solamente con el ejemplo a mis hijos, o abriendo mi intimidad con correos como este, por ejemplo.

Continúo recibiendo todo el reiki que puedo y hago bastante meditación a mi manera.

Y siempre estoy agradecida y me siento afortunada, porque me cuidáis, mimáis, consentís, ayudáis, sostenéis, rezáis, soportáis, comprendéis, dibujáis, consoláis, animáis, empujáis… podría seguir y seguir, con verbos y con nombres propios, pero hay una palabra que lo dice todo: AMOR

Releo lo que he escrito e imagino que muchas cosas os sonarán a chino, pero ¡para eso está San Google y toda vuestra curiosidad!

Os mando miles de besos, y son nada, en comparación con lo que recibo de vosotros.

Irene
modocambios on+

Sí...ya sé que no son horas


jueves, 10 de abril de 2014

Irene modoevasión on+

¡Hola a todos!

Estoy saliendo del bache anímico y cada día estoy mejor, con más energía vital y creo que ha sido gracias a todos vosotros y y a vuestro apoyo incondicional. Las cadenas y redes multiplican la semilla, a veces son virus y malas noticias y otras veces, mucho amor y energía positiva. La nuestra es de amor y energía de la buena buenísima. ¡Muchas gracias por haberos apuntado! Os aseguro que para mí ha sido un punto de inflexión en mi estado de ánimo y en las ganas de seguir viviendo.

Hoy no voy a hablaros de médicos, tratamientos, ni nada de eso. No es bueno para mí, me mete en una espiral bastante negativa y además, con el tratamiento actual, hasta dentro de un par de meses no me van a hacer ninguna prueba, así que... solo quiero que sepáis que estoy muy bien atendida, tanto en casa con familia y amigos, como fuera y os pido que mejor nos olvidamos de esos temas todo lo que podamos, que ya bastante los vivo yo en directo. ¡Prefiero que me contéis vosotros vuestras cosas o que me contéis chistes....!

Y es que estoy en modo evasión, o sea, que los momentos que tengo buenos, que cada día van siendo más, trato de disfrutarlos. Ya sabéis que soy normalmente sencilla, salvo cuando me da por excederme (propio de los eneatipo 7). Un rato de tomar el sol primaveral, una comida con una amiga, una tarde improvisada de cine, una buena conversación con los niños, alguno de vosotros que me cuenta algo que le preocupa... esas son las cosas que me llenan, que me ayudan a estar en el presente y que me puedo permitir de momento. No son ninguna tontería, tienen mucho valor, además de ser muchas de ellas gratis. Los excesos... ir a comprar algo de fruta y volver con un carro lleno de comida, una olla exprés, cuatro pares de zapatillas todas iguales en diferentes colores, cinco camisetas, dos jerséis, llegar a casa, probármelo todo y todavía arrepentirme de no haber cogido aquel conjuntito verde tan mono. Por suerte, sólo me dan esos ataques de vez en cuando. El del otro día, yo creo que fue por el subidón que me dio al coger yo sola mi coche después de varios meses :-)

De momento, no os cuento mucho más, aunque no dejan de sucederme cosas extraordinarias, pero ya iré escribiéndolas poco a poco.

Espero que paséis unas buenas vacaciones. Yo me quedo en Madrid de momento y, si puedo, me escaparé la semana que viene unos días con los niños y más amigos.

Muchos besos,

Irene 

jueves, 27 de marzo de 2014

Sólo por hoy, no te enfades

Queridísimos todos: amigos, familia, allegados, desconocidos...

No saco tiempo para poder escribiros, así que os cuento muy brevemente algunas novedades (que siempre las hay, pero no podría contároslas una a una) y os envío lo que ya tenía escrito (terminado ahora un tanto bruscamente), sobre el primer día en que empezó a funcionar esta cadena:

1. Ya estoy de nuevo con Hornedo en Quirón. Todo organizado. Él, como siempre, tranquilizador, que no especialmente optimista, y muy resolutivo. Esta mañana he tenido la primera sesión de una quimio nueva. No va a tener efectos secundarios. Se me administra los jueves por la mañana por vía intravenosa.

2. Recupero fuerzas, energías y ánimos, día a día. Vuestro apoyo incondicional y que he empezado a poder comer más cosas me están ayudando muchísimo.

3. Y aquí va el comienzo de la crónica...


"Martes 25 de marzo de 2014.

Ayer a las 21:30 estaba un poco nerviosa. El día había sido intenso en emociones. Desde primera hora de la mañana había estado recibiendo todos vuestros mensajes de adhesión a la cadena y de ampliación de la misma a través de vuestros propios contactos. Pasé la mañana en Ratolandia cerrando ese capítulo de mi vida y, cuando llegué a casa, me enteré de que mi petición para la cadena luminosa había saltado a las redes gracias a Cuento de Luz, Fundación Cometa y un amigo de Netwriters (casi cuatrocientos mil seguidores de todo el mundo y cuatrocientas veces compartida la petición de unirse a la cadena de luz y de energía).

¡Cuánto amor y...cuánta responsabilidad!

A las 22:00 quería estar en la cama, preparada para lo que pudiera pasar, pero aún me quedaba algo muy importante por hacer: cenar algo con mis hijos Sergio y Javier y comentar el partido del Madrid contra el Barça. Sergio está en plena adolescencia y soy consciente de que el fútbol es una de las pocas bazas que puedo ahora jugar para poder compartir algo con él.

Cuando acabamos la cena, mi hijo Javier, de doce años, me preguntó qué podía hacer para unirse a la cadena. Él siempre ha sido un niño con un mundo interior muy rico: a los seis años se declaraba hervíboro igual que su animal favorito, la vaca; a los ocho me planteó una cosmovisión completa, de cosecha totalmente propia; es un incansable inventor de laberintos y desde hace unos meses es oficialmente vegetariano ovolácteo por puro convencimiento. Además, suele llenarme de besos cada vez que me ve.

- Verás, esto es una cadena de amor, y tú con tus besos constantes ya estás participando en ella. Si quieres, te tumbas conmigo ahora en la cama, que ya son las diez.

Así lo hicimos, yo dispuesta a recibir toda la energía que me enviabais abrazadita a mi hijo.

- ¿Cómo es posible que te envíen energía desde otro lugar del mundo?
- La energía viaja a la velocidad de la luz, ¿por qué no?
- Ya, pero que te llegue justo a ti...
- No te lo puedo explicar... son cosas de reiki
- Ya...top secret
- Algo así, si algún día haces los cursos, entenderás por qué y aprenderás a hacerlo. Si quieres, te enseño una pequeña oración de reiki.
- Sí.
- En realidad son cinco frases cortas que hay que recordar para intentar aplicarlas en tu vida. Los llamamos los preceptos del reiki.
- ¿Cuáles son?
- El primero: Sólo por hoy, no te enfades.
- Eso tiene trampa. Si es sólo por hoy, pero mañana también y al otro y al otro... ¡no puedes enfadarte nunca!
- En realidad, tú te propones intentarlo cada día, igual no lo consigues siempre, pero al cabo de muchos días, si miras hacia atrás, te das cuenta de que eres una persona que se enfada pocas veces, y eso significa mucho más. Significa que eres alguien pacífico, en contra de la violencia, dispuesto a escuchar y a solucionar los problemas dialogando. ¿Te das cuenta?
- Sí, pero me parece difícil.
- Lo importante es recordarlo, intentarlo y si no te sale, pensar que la próxima vez irá mejor.
- Hoy tú no te has enfadado con nosotros.
- No. Cuando os he mandado a la ducha y no me habéis hecho caso he estado a punto, pero me he acordado: ¡Solo por hoy, no te enfades! En cambio, cuando ha sonado el timbre, que me altera tanto, y creía que eran tus amigos y luego ha sido papá, ahí sí que me he enfadado contigo, injustamente, además.
- Ah, es verdad.
- ¿Me perdonas?
- Pues claro. Ya he avisado a Ricky y a Carlos de que no llamen al timbre de casa, que te molesta. A ver si mañana veo a Jorge y se lo digo también.

Besos y más besos después...

- El segundo precepto del reiki es: Sólo por hoy, no voy a preocuparme...

La conversación continuó pasando por los cinco preceptos del reiki y viendo de qué manera podía aplicarlos a su vida diaria de niño de doce años. Conversación tranquila, amorosa, educativa. Espero que sea uno de esos momentos que atesore para siempre en su memoria, igual que lo será para mí.

A las once menos cuarto, después de hacer un mano a mano de agradecimientos por las cosas buenas del día, se fue a su habitación. Me acomodé a mis anchas en la cama, me toqué la garganta y ardía. Mi primer impulso fue ir a coger el termómetro. Me toqué los hombros y ardían, así como los paralelos del alma (la zona de las clavículas y el pecho). ¡Los paralelos del alma! Sonreí, me relajé y disfruté de toda la energía tan buenísima que me estabais enviando."


Sé que estáis preocupados por mí. Yo no. No estoy preocupándome, sino ocupándome. Me muevo, hablo con algunas personas que siento que en este momento pueden darme claves importantes, paso mucho tiempo en médicos aún y lo poco que me queda libre, trato de descansar, que me está costando, porque todo es muy intenso.

Os pido disculpas (y sé que muchos de vosotros os vais a indignar porque lo haga) si no contesto vuestras llamadas o correos. Os pido paciencia. Mi tiempo y energías aún son muy limitados y trato de optimizarlos al máximo para estar mejor cada día. Los correos, mensajes, wassps, entradas del blog y facebook, los leo todos, algunos varias veces incluso, y los agradezco desde lo más profundo de mi corazón.

Estáis conmigo, como yo con vosotros. Dentro de poco recuperaré mi sentido del humor y os contaré anécdotas divertidas :-)

Muchos besos,
Irene

lunes, 24 de marzo de 2014

Nueva etapa, nuevos retos, nuevos procedimientos

Queridos amigos y familia:

Este es uno de esos correos difíciles de escribir, de enviar y de leer. De hecho no he podido hacerlo hasta hoy por falta de fuerzas.

Me han invitado a salir de Ratolandia. La quimioterapia que estaban ensayando conmigo y que en principio había conseguido parar, incluso reducir mi cáncer, ha dejado de funcionar. El cáncer sigue avanzando a sus anchas, visiblemente por la piel del brazo izquierdo y de la otra mama, la derecha. Por dentro no sé por dónde va, ya que aún no tengo el informe completo del último TAC, pero para los oncólogos, esto ha sido suficiente para sacarme del ensayo y quitarme un tratamiento que me estaba provocando muchísimos efectos secundarios.

Me han mandado de vuelta con el General Hornedo, que me va a aplicar otra quimioterapia, esta vez no de ensayo, que ataca a las células con la única mutación que en algún momento me han encontrado. Se administra semanalmente por vía intravenosa y, como todo esto ha sucedido entre el miércoles y el jueves, en medio de una crisis emocional somatizada en una gastritis, la verdad es que no me he enterado de mucho más. Adicionalmente me van a hacer una nueva biopsia, para entrar en un estudio que busca entre 400 posibles mutaciones (las pruebas de Barcelona estudiaron unas 50, sin resultados).

¿Cómo estoy? A veces cansada, medio deprimida, muy débil y pesimista con respecto a mi futuro. Quiero olvidar los meses de Ratolandia, que han sido los peores de mi vida por el momento, pero no sé si seré capaz de olvidar la convivencia, durante tantas semanas de ingreso, con otros enfermos, algunos de ellos moribundos.

Aún así, me puede mi naturaleza optimista, vital, luchadora, y del miércoles a hoy, que ya he empezado a comer cosas más nutritivas y me encuentro un poquito más fuerte, también tengo algo más de ánimo, por lo menos para situarme en el más puro aquí y ahora y tratar de disfrutar y agradecer las pequeñas cosas que cada día me ofrezca: un yogur que no me sienta mal, un rato de tomar el sol en el jardín en buena compañía, una siesta, un beso de mis hijos, un abrazo de mi madre... es la única manera de no sufrir: vivir en el presente. Aún me queda mucho por aprender, porque cuando tengo dolor o debilidad físicos, todo esto se me olvida y me voy por la espiral de la negatividad, pero mi propósito es evitarlo.

Dada que esta es la situación y que los tratamientos tanto médicos como alternativos se van agotando, quiero pediros que participéis en un ensayo conmigo. Esta vez es un ensayo alternativo y basado en el amor. Necesito reponer mis fuerzas, recibir toda la energía posible. He recibido alguna sesión de Reiki pero no es suficiente. 

El ensayo consiste en generar entre todos los que queráis participar, una corriente de energía de sanación hacia mí. Muchos de vosotros me estáis enviando vuestra energía y pensamientos positivos todos los días, vuestro amor, en definitiva. Esta vez, os pido que lo hagáis de manera coordinada y siendo generosos dentro de vuestras posibilidades. El objetivo es movilizar mucha energía real, de la que está en el universo de manera gratuita, hacia mí, durante uno o dos meses seguidos.

¿Quieres participar? ¿Qué puedes hacer?

1. Si tienes nivel de Reiki o Sanergía para darme sesiones directas en mi casa y te puedes comprometer a canalizar esa energía para mí, dime qué día o días y horas te vienen bien y organizamos una agenda.
2. Si puedes canalizar esa energía pero no puedes venir, te puedes comprometer a hacerme sesiones a distancia. He pensado que entre las diez y las doce de la noche, es una buena hora, porque ya todos estamos más o menos tranquilos, pero lo podemos adaptar.
3. Si tienes algún grupo de Reiki en donde se pueda incluir mi nombre en las "cajas"comunes, inclúyeme.
4. Si haces meditaciones, solo o en grupo, haz meditaciones de sanación dirigidas a mí.
5. Si rezas, rosarios, padres nuestros, mantras budistas... pide por mi sanación.
6. Si no rezas pero todos los días te tomas un botellín de Mahou, hazlo pensando en mí y en cómo te gustaría que yo estuviera compartiéndolo contigo.
7. Si quieres encender una vela blanca en tu casa o en la iglesia, será luz para mí.


Esto es una cadena en la que muchas mentes, y muchas almas, unidas por el amor, movilizan más energía.

¿De dónde me he sacado estas ideas? Hay ya algunas experiencias en el mundo en las que casos de enfermedades graves, descartadas por los médicos, han remitido tras organizarse cadenas de este tipo. Uno de los casos más recientes es el de Phillys Furumoto : https://www.facebook.com/phyllis.furumoto?fref=ts

Muchas veces me habéis preguntado qué podéis hacer para ayudarme, os habéis sentido un poco inútiles porque no sabíais cómo hacerlo. Bien, creo que esta es una manera fácil y gratis de ayudarme. Lo único que os pido es que seáis constantes y lo hagáis con amor, generosidad y pensando en mi sanación. Y si os apetece difundirlo, implicar a otras personas, amigos, practicantes de Reiki, a quien sea que pueda y quiera hacerlo, será bienvenido.

Es un ensayo no menos importante que el de Ratolandia. Esto no quiere decir que renuncie a cualquier novedad médica que aparezca. Sé que hay mucha investigación y que según los oncólogos, la cura definitiva contra el cáncer está muy cerca. Mi objetivo ahora, sería mantenerme lo suficientemente fuerte como para aguantar hasta que ese milagro médico se produzca. Por eso el Reiki y la energía es tan importante ahora, en este momento, para mí.

También iré trabajando a nivel psicológico y espiritual otros aspectos importantes para afrontar esta nueva etapa de la mejor manera posible. Sin ser pesimista ni negativa, sin perder las esperanzas en todo, sino todo lo contrario, es el momento de prepararme a fondo para morir en paz, cuando esto sea que tenga que suceder, pronto o dentro de muchos años.

Hasta ahora, habéis estado acostumbrados a recibir información mía de primera mano, a través de estos correos. Intentaré mantenerlos, si no, ya sabéis, mis hermanos, Alberto Arbó y Cristina Hernández son buenos portavoces.

Dando por hecho que me dais vuestro permiso, voy a enviar este correo sin copia oculta, por varias razones:

1. Hay amigos que se han ido incorporando a este grupo paulatinamente y que tal vez no tengan los datos de mis hermanos, de Alberto y de Cristina.
2. Si pensáis participar en la cadena e invitar a alguien, quizás ya esté invitado.
3. Quiero que toméis conciencia de que sois muchos, de verdad, los que me habéis estado acompañando en este proceso, desde el corazón, y que por eso pienso que la cadena tiene sentido.

¡Tened cuidado si respondéis, no le deis a Responder a todos, o si no sí que vamos a crear una cadena...pero de Spam!

Sólo me queda agradeceros, como siempre, todo lo que me brindáis, día a día, por el placer de haber coincidido en algún momento de nuestras vidas.

Os quiero,
Irene

viernes, 7 de marzo de 2014

Mamá se va a la guerra con Ponte guapa, te sentirás mejor

Querido Ejército Aliado:

Quiero compartir con vosotros algo que considero un éxito de todos. 

Me acaban de pasar de la editorial Cuento de Luz los datos de ventas hasta 2013 de Mamá se va a la guerra. 


¡¡Llevamos vendidos más de dos mil ejemplares en todo el mundo!!

Eso me ha permitido cumplir con un compromiso adquirido con muchísimo gusto. Hemos formalizado ya el donativo de mis derechos de autor al proyecto "Ponte guapa, te sentirás mejor" por un importe de 1.200 euros.

En realidad yo he recibido a cambio mucho más: me enseñaron a cuidarme la piel y a maquillarme y tengo grabado su lema Ponte guapa que me salta como un resorte en esos momentos en los que estoy más bajita de moral.

Quiero daros las gracias a todos. A los que creísteis que el cuento merecía ser publicado, en especial a Ana Eulate, que creyó en mí y apostó con ilusión y ¡con dinero!; a Mónica Carretero por haber hecho de él algo nuevo y único; a los que lo habéis comprado; a los que os habéis implicado en promocionarlo... ¡¡sois muchos!!

Me apetecía compartirlo con vosotros, porque creo que es importante ver los frutos del esfuerzo, ver cómo los círculos se cierran. Es obvio que el donativo no sostiene el proyecto, pero en algo contribuye. Hoy en día, la Fundación Stanpa, a través del proyecto, está presente en once hospitales públicos en Madrid, Barcelona, Valladolid, Cuidad Real y Gerona y tienen un convenio con el ICAPEM, que es un grupo de investigación para el cáncer de pulmón en mujeres, que está presente en toda España. Os copio unas palabras que me envió hace poco la directora: "Vamos a bastantes Hospitales, tenemos equipos de Voluntarios muy consolidados y lo más importante, se nota la ilusión cada vez mayor por parte de los Hospitales en el desarrollo del programa."

Y por no perder además esa otra parte glamourosa, os cuento que han elegido alguna de las fotos que me hicieron en el taller piloto para ponerlas en la web y no sé si como imagen del programa, jejeje.

Por último, os paso el enlace a una de las muchas reseñas que se han publicado sobre el álbum. Esta ha salido en una revista digital perteneciente al New York Times y merece la pena leerla:

http://literaturainfantil.about.com/od/Familia/a/Mama-Se-Va-A-La-Guerra.htm

Os mando un beso enorme, gigante, luminoso a todos. Otro día os aburriré con mi estado de salud, o no.

Irene

jueves, 13 de febrero de 2014

Desde Ratolandia


Ratolandia es ese submundo de fantasía en el que habitamos los ratoncitos de laboratorio. Aquí ya no hay guerras, ni luchas, ni reinas, ni coronas. Todos somos un equipo, unidos para mejorar vidas: las nuestras y las de otros que vendrán más tarde. Alguien diría que este submundo está dominado por científicos malvados que hacen sus experimentos inyectándonos venenos mortales. Desde mis ojos de ratoncita yonkie, sin embargo, les veo como parte del equipo, dedicando sus conocimientos, sus ideas, su imaginación, su tiempo y sus desvelos a mantenernos vivos y sanos. Nos cuidan con lo mejor que tienen y nosotros... también nos cuidamos, tratando de mantenernos en Ratolandia el mayor tiempo posible, lejos de los ajetreos y malos rollos en los que suelen andar metidos los humanos.

Ayer me vine por otra semana más a este hotelito que tenemos los ratones, atendido por enfermeras. La comida no es que sea muy buena, pero las drogas... ¡ay amigos, aquí las drogas circulan libremente y son de la mejor calidad! Cada ocho horas me ponen una dosis de una que se llama antibiótico y que mata a unos bichejos que andan provocándome malestar desde hace tiempo y que se llaman pseudomonas. Esto no es un experimento. Los antibióticos ya los inventaron y los experimentaron hace muchos años y desde entonces han salvado muchas vidas, y ahora también la mía.

Sueño con que el medicamento que realmente están experimentando conmigo y con otros ratones llegue algún día a ser tan efectivo contra el cáncer como los antibióticos contra las bacterias.

De momento, ayer me hicieron unas pruebas para ver qué tal va lo mío y esta mañana ya me han dado un avance informativo: "no ha aparecido nada nuevo en ninguna parte de tu cuerpo ratonil y lo que había tiene un tamaño menor comparado con la prueba de hace dos meses".

Eso son BUENAS NOTICAS, amigos del mundo humano. A pesar de la pseudomona oportunista, a pesar de la caída del pelo y de algunos dolores que ya se van controlando, a pesar de renunciar a muchas de las cosas que antes hacía y que me gustaban, a pesar de que a veces tengo la impresión de avanzar para luego retroceder, el que está retrocediendo es el cáncer y mi estado general sigue siendo bueno. Eso quiere decir que seguiré en Ratolandia una temporadita más con esto de los experimentos y algo alejada de vuestro mundo, que antes también era el mío.

Por cierto, ¿os acordáis que tenía muy hinchada la patita delantera izquierda?  ¡Pues también ha empezado a deshincharse!

Muchos y muy prudentes besos

Irene +modoratona on

martes, 10 de diciembre de 2013

Mezcla de emociones

Querido Ejército Aliado:

Habréis notado que estoy un poco callada e incluso esquiva, a veces. La razón es que todo el proceso de cambio de médicos desde Quirón al Hospital de Madrid San Chinarro (Clara Campal) está resultando tedioso y agobiante. Pruebas y más pruebas, contar una y otra vez mi historia clínica a médicos y más médicos… estoy saturada de hablar de cáncer y además no me hace bien.

Sólo os hago un mini resumen: Hay cuatro o cinco posibles tratamientos, pero aún no sé cuál será el más indicado ni cuándo me lo podrán dar. No sé qué efectos ni primarios ni secundarios tendrá, ni cómo actúa a nivel biológico. Total, que mucha incertidumbre a corto plazo y empeoramiento a nivel físico que también se traslada al estado de ánimo.

Vuelvo a estar incómoda con las heridas, veo cómo algunos bultitos crecen día a día y cómo mi optimismo se va transformando en un vivir hoy y cada vez con menos ganas.

Sigue habiendo actividades y proyectos que hago y que me ilusionan, pero llevo una temporada bastante seta, haciendo muy pocas salidas y pasando mucho tiempo sola, por propia decisión.  Es tiempo que a veces utilizo para pensar, otras para llorar, muchas para dormir y otras para estar a mi rollo, leyendo, escribiendo o viendo una peli.

No me siento moribunda ni nada de eso, tal vez un poco deprimida sí, pero de forma intermitente. Quitando las heridas, por lo demás estoy estupendamente, ya sabéis: tipazo, estilosa, con la piel que no sé por qué pero la tengo estupenda, el pelo que me ha vuelto a salir muy fuerte y ahora lo llevo muy gracioso, no me duele nada (las lesiones de vértebra y rodilla, totalmente olvidadas), me siguen gustando el vino y los chicos guapos… en fin, que hay muchas cosas que no entiendo… esto de que tenga cáncer me parece ya totalmente innecesario. Si la vida me estaba mandando un mensaje, ya no sé qué parte es la que no estoy pillando.

Bueno, este correo es solamente para pediros disculpas si no os he contestado llamadas o correos y para poneros un poco al día. No os sintáis obligados a contestarme, a animarme ni a nada de eso. Creo que estoy en un proceso psicológico que debo pasar y del que saldré fortalecida, con toda seguridad. Sabéis que si necesito algo os lo voy a pedir y que si estoy con ganas de juerga, soy la primera en proponer planes… pero ahora no toca.

Seguiré informando o compartiendo relatos o lo que sea.

Un beso muy fuerte

Irene