Empezando esta aventura

EMPEZANDO ESTA AVENTURA

Por fin aquí está la sorpresita que os venía anunciando estos días.

Espero que este espacio llegue a ser un lugar de encuentro interactivo; ese libro de visitas; el diario de bitácora en el que también vosotros reflejéis libremente vuestras impresiones y emociones, y así nos enriquezcamos todos.

¡Ojalá que os guste! Irene

jueves, 1 de diciembre de 2011

Oremos

Querido Ejército Aliado:

Espero que os hayáis leído mi cuento porque si no, puede que no pilléis bien todo este mensaje. De todos modos lo incluyo nuevamente con un beso especial para Estrella, Val y Fernando que hasta ahora sólo habían tenido noticias indirectas mías.

Me temo que me voy a enrollar un poco, porque se me ha pasado el momentito sueño antihistamínico y he entrado directamente a los efectos de los corticoides, que además de hambre me desvelan y me ponen un tanto activa y creativa. Además, como hace dos semanas que no os escribo, algunos os habéis quejado...¿No quieres caldo? ¡Pues toma dos tazas!

Bueno, en palabras de mi General, estamos en plena guerra, no es momento de decaer pero sí de adoptar nuevas estrategias más agresivas. Los rebeldes se están haciendo fuertes en la zona de las torres de vigilancia y así visto desde el terreno parece que los armamentos que estábamos utilizando están haciendo algo de efecto pero no todo lo esperado. La semana pasada ya incorporamos unas nuevas armas. Además del Taxol, recibí un cargamento de Carboplatina, que es algo un poco más fuerte. El Avastrin, después de una prueba del estado de mis vasos sanguíneos (eco doppler), quedó descartado por los posibles efectos adversos.

Hoy he estado nuevamente reunida con el mando militar. Mi ejército de defensas sigue en buen estado, igual que yo, que en general me sigo encontrando fuerte, con energías y haciendo mi vida normal (trabajo, hijos, reuniones familiares, salidas con amigos, etc.) He recibido un nuevo cargamento de ambas armas y sin problemas. Pero a juicio del General, deberíamos haber conseguido ya reducir bastante a los locos, cosa que no se ha producido. Por eso mañana me enviarán nuevos aviones de reconocimiento. Me repiten el PET-TAC. Cuando veamos el campo de batalla nuevamente "desde el aire", podremos determinar por dónde se extienden y cómo atacarlos. La idea del General es añadir armas de destrucción masiva, o sea, combinar la quimioterapia con la radioterapia. No es lo que estaba previsto inicialmente, pero es que el escenario ahora parece que es otro. La semana que viene, con los resultados del PET se reunirán todos los militares (oncólogos, radiólogos, cirujanos...) para evaluar lo que sea mejor para mí.

Hasta aquí os cuento lo que me han dicho hoy tal y como yo lo he entendido. Desde que me detectaron el cáncer hasta hace dos semanas, he empeorado a pesar de la quimio, pero en las dos últimas semanas la situación está estable con una aparente ligera mejoría. Quieren comprobar mejor lo que está pasando y por eso me hacen un nuevo PET y en función de lo que salga, así adoptan medidas. No quiero anticipar acontecimientos, pero ya sé que la radioterapia es muy agresiva y más en este momento, y que me dejará secuelas. Si hablamos por teléfono no os voy a poder contar más y tampoco tengo más curiosidad por saber antes de tiempo, así que mejor que hablemos de otras cosas más positivas.

Los efectos secundarios: De momento ninguno nuevo digno de destacar. Sigo teniendo hambre, comiendo y durmiendo bien (menos hoy), no tengo vómitos, ni diarreas ni nada de nada. Lo de la caída del pelo parece que fue hace siglos ya y estoy más que habituada a las pelucas y los gorros (tengo varias y me las voy cambiando según me da el punto). Os mando un par de fotos también para que, los que no me veis habitualmente comprobéis que tengo buena cara aún, y ya de paso votéis si os apetece qué look os gusta más. No porque os vaya a hacer mucho caso, porque como dice mi madre, al final hago siempre lo que quiero, pero por divertirnos un rato.

El estado anímico: En esto es casi en lo único en lo que puedo hacer algo por mí misma, ya que en asuntos militares, sigo confiando plenamente en el General Hornedo y sus oficiales. ¿Cómo se encuentra la "reina"? Bien. Consciente de que hay una guerra que se puede ganar o perder. Confiada en que se va a ganar aunque cueste algo más y haya más daños colaterales de los inicialmente previstos. Viviendo esta guerra como una oportunidad para aprender a todos los niveles (anatomía, psicología, comunicación, valores...) ¿Tengo momentos bajos? Claro, algunos...trato de ejercer de reina, no de diosa. Pero intento que esos momentos de tristeza sean cortos, cuando me vienen me vienen, pero al ratillo me digo a mí misma: Irene, ya has tenido suficiente desahogo, a partir de aquí es victimismo y regodeo...y entonces...a otra cosa, mariposa, que en la vida hay muchas cosas preciosas de las que disfrutar.

Hablando de "cosas" preciosas: Los Principitos. Saben lo que me pasa. La información médica facilitada, sólo hasta lo que pone en el cuento. Pero en el día a día ellos también perciben mis estados de ánimo. Sergio ha reaccionado como el hijo mayor que es y también de acuerdo con su carácter y forma de ser: haciendo un esfuerzo por portarse lo mejor que sabe; sacando unas notas muy buenas; centrándose mucho en sus estudios; echando una mano en casa; dándome abrazos y besos de consuelo y "ejerciendo" de hermano mayor con Javier. Por mi parte soy partidaria de no proteger a los hijos demasiado y favorecer su autonomía y toma de responsabilidades, pero me preocupa que Sergio se cargue en exceso con responsabilidades que no le corresponden...Es difícil encontrar ese punto de equilibrio que favorezca su desarrollo sin perjudicarles. Javier también está reaccionando de acuerdo con su forma de ser, con su edad y con su estatus de hermano e hijo pequeño. Es consciente de lo que pasa y a veces habla de ello con naturalidad, pero otras veces creo que exterioriza sus nervios y su preocupación con comportamientos típicos de llamar la atención: a veces habla como un niño pequeño; a veces se "olvida" que le habían mandado deberes; a veces trae notas malas de los profesores; a veces interrumpe las conversaciones y las desvía hacia asuntos intrascendentes. Relativizando un poco, no pienso que sea todo achacable a "la guerra de mamá". Seguro que en vuestras casas y con vuestros hijos vivís situaciones similares todos los días. Pero bueno, ya que estoy hoy sin sueño y siempre me preguntáis por ellos, hoy me he extendido un poco más. Sin lugar a dudas, ellos son un motor y una motivación absoluta para la lucha.

Y ya que estoy en plan rollo y hablando de cosas preciosas, en estas dos semanas me han pasado muchas. Son imágenes, vivencias, personas, por las que me siento agradecida y gracias a las cuales, cada día celebro la vida y la recibo venga como venga, con la intención de vivirla con intensidad, pasión, consciencia y alegría. Me gustaría contaros algunas, no todas por supuesto, y aunque ahora se me ocurra dar algunos nombres, espero que no os moleste, ni a los nombrados ni a los omitidos:

La semana pasada vinieron mis padres conmigo al hospital. Hasta ahora estaban copiados en esta lista de distribución, pero desde hoy he decidido quitarlos y darles la información sólo en directo (hermanos, ¿oído cocina?) Me conmueve su estar ahí para todo, tratando de protegerme, deseando mi madre cambiar una y mil veces su vida por la mía, tratando de superar sus propias limitaciones de la edad para estar conmigo. Me conmueve que precisamente a su edad, tengan que aprender a tratar a esta hija díscola y rebelde que reniega de refugiarse bajo el ala de mamá gallina. Y agradezco a la vida esta oportunidad para que yo aprenda a dejarme cuidar, sin sentirme por eso menos, pero sin perder mi autonomía...nuevamente los puntos de equilibrio difíciles.

La semana pasada también se pasó un rato por el hospital mi amiga Ingrid. Hacía mucho que no nos veíamos y con su conversación animada y siempre positiva hizo que se me pasara volando la tarde de quimio. Gracias guapa. Además me dio la clave para todos aquellos que me habéis dicho que os gustaría acompañarme un día en el hospital. Me parece estupendo que si de verdad queréis pasar un rato en ese ambiente un poco sórdido (todo hay que decirlo), vengáis, pero eso, a pasar un rato, sin necesidad de complicaros la vida con llevarme, traerme y estar toda la tarde, porque allí, sé a la hora que entro, pero nunca a la que salgo. A efectos informativos, la próxima sesión, si todo está bien, es el miércoles 7 a las cinco de la tarde. En mitad del puente. Sólo la quimio, porque al médico le veré el lunes anterior.

Hoy en cambio ha venido Isabel. Los que la conocéis sabéis cómo es. Con ella una conversación es muy difícil que no acabe siendo profunda, y cuando nos juntamos las dos...¡¡¡es simplemente imposible!!! Me alegro muchísimo de que haya sido precisamente ella quien estuviera hoy allí, porque las noticias de mi general necesitaban ser digeridas con ese puntito espiritual que le sabemos dar. Isa, gracias por el ramo de flores tan bonito. Detrás de él hay muuuucho más.

Mi familia: hermanos, sobrinos, cuñados, Alberto...no tengo palabras para el despliegue de cariño...a nuestra manera...sin ser pegajosos. Todas las familias tienen su historia y nosotros la nuestra que nos hace ser como somos. No la hemos elegido, pero mamá nos ha sabido inculcar una fortaleza, una sensatez y una lealtad de las que me siento muy orgullosa y de las que ahora me beneficio a través de vosotros. Esta semana hemos tenido oportunidad de pasar más tiempo juntos. Una de "las cosas preciosas" de estos días.

Ayer conseguí sintonizar Veo TV en la televisión de mi madre. Todo un reto tecnológico para mí y toda una alegría para ella que ahora podrá ver por fin "Con el mundo a cuestas".

Los wassaps de los que estáis lejos y que os hacen estar aquí...muy a mi ladito.

Las visitas en casa...¡me encantan! Quique, Curro, Alberto, Marta, que os hayáis pasado por aquí ha sido un puntazo. Por cierto Marta, las setas shitake o mitake que me trajiste están buenísimas y pondrán los neutrófilos por las nubes, pero cuesta un pelín digerirlas, ¿no?

¡Son fantásticos todos vuestros emails, SMS, wassaps y llamadas! ¡Pura energía extra! Intento contestaros a todos pero a veces no llego. Para vuestra información, en la última factura de Movistar dice he realizado llamadas por más 30 horas; las llamadas recibidas por suerte no me las cobran...¡¡¡más de 200 euritos!!! Obviamente mi tarifa plana no estaba bien ajustada al consumo. Ya he tomado medidas, pero aún así, considero que es dinero bien gastado.

Pero si hay un mensaje que adoro, es el que cada miércoles por la mañana me envía Felipe, totalmente metido en mi rollo de la guerra y los ejércitos aliados...maravillosos amiguito.

La semana pasada Sol contó su propia experiencia en el hospital. Fue uno de los regalos más grandes de estos días. Ver tu afán de superación y tu crecimiento me da fuerzas, muchas fuerzas.

Cris, mi cascabel, sabes como nadie arrancarme las carcajadas. ¡Cada una de ellas seguro que se carga a mil o cien mil locos rebeldes!

Y ya os cuento la última, para no aburriros tampoco. Ha sido algo enternecedor y muy emotivo que ha pasado esta misma tarde. El oncólogo que me trata está encantado en su papel de General y mando mayor de mi ejército. Leyó el cuento antes que todos vosotros y no hay día que no me llame majestad, o me hable de mis soldados. Pero hoy me ha dicho algo mucho mejor. Me ha contado que su mujer es oncóloga infantil, que leyó mi cuento y que lo está utilizando para poder contarles a los niños, sus pacientes, cómo es su enfermedad. No me digáis que no es para ponerse a llorar de la emoción...

Me gustaría dejaros con un párrafo de Osho. Cuanto más leo a este hombre, mejor me siento:

"Para mí hay dos tipos de personas: los ambiciosos y los celebrantes...Sed celebrantes ¡celebrad! Ya tienes demasiado: las flores se han abierto, los pájaros están cantando, el sol está en el cielo ¡celébralo! Estas respirando, estás vivo y tienes consciencia ¡celébralo! Entonces de repente te relajas; entonces no hay tensión, entonces no hay angustia. Toda la energía que se convertía en angustia se convierte en gratitud. Todo tu corazón late con un profundo agradecimiento; eso es oración. En esto consiste la oración, en un corazón lleno de profunda gratitud."


Así me siento ahora.

Un beso muy fuerte a todos,
Irene

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