Hoy no vais a encontrar ninguna metáfora en este correo, ni historias de reinas y vestidos de seda.
En los resultados del PET se confirma que los tres pequeños focos de tumor que me quedaban en el pecho se han reactivado un poco y han crecido de tamaño. Aún no es nada alarmante, en comparación con cómo he estado hace un año, pero la progresión, aunque lenta, existe.
¿Por qué el tratamiento actual está funcionando bien, pero sólo parcialmente? Según el General, porque las células cancerígenas van mutando y modificando su estructura para esquivar los tratamientos.
¿Se me podría operar? No, lo han vuelto a considerar, pero no es una opción viable.
Llegados a este punto, al equipo de Quirón no se le ocurren qué más tratamientos ponerme que me puedan valer, así que me han derivado al Centro Clara Campal, asociado al Hospital de Madrid en San Chinarro, en donde tienen una unidad de investigación sobre cáncer de mama, para ver si ellos tienen algún tratamiento novedoso, si me pueden meter en algún ensayo clínico de nivel I o si consideran que se me pueden hacer nuevas pruebas genéticas o moleculares.
Esta noche recibirán mi informe completo y espero que me llamen entre mañana y el lunes para que vaya a verlos.
De momento, continúo con el tratamiento actual.
¿Cómo me encuentro? Físicamente bien, fuerte, energética, igual que ayer y anteayer y las últimas semanas. De ánimos, ahora, regulín. Lo más frustrante ha sido el reconocimiento del General de que ellos, ahora mismo, no pueden hacer mucho más. Ya he llorado mi ratito de rigor.
Aparte de la alternativa de San Chinarro, que aún no sé si es tal alternativa, estoy abierta a más cosas, así que, si se os ocurren nuevas opciones, si conocéis a alguien que pueda aportar algo de luz a mi caso, os agradezco que me lo digáis.
Por mi parte retomo las terapias energéticas, que las he tenido un poco de lado en los tres últimos meses.
La parte buena es que las costillas que tenía rotas se me han curado, que el cáncer no está diseminado a otros órganos y que no tengo nada de tumor ya en la parte de los ganglios axilares ni en la pared torácica, que en teoría era la que tenía peores perspectivas porque es más complicado que los medicamentos lleguen ahí. Eso está facilitando que las heridas me estén cerrando, lenta pero progresivamente.
En fin, que sigue siendo un caso atípico, lo mires por donde lo mires.
Hoy no estoy con muchas ganas de hablar. Aún necesito tiempo para acomodar toda esta información, pero no quería dejar de contároslo y el email, una vez más, va a resultar útil.
Me imagino que no tardaré mucho en relativizar todo lo posible y centrarme nuevamente en todos los proyectos en los que ando metida con ilusión.
Un beso muy fuerte,
Irene
Ánimo, mi Reina. Seguro que hay un tratamiento eficaz contra esos rebeldes.
ResponderEliminarMientras, haz un poco de relajación, ya sabes: tumbada, los brazos y las piernas bien separados, la mente vacía y concentrada en la respiración. Y, al respirar, repite mentalmente: "Inhalo salud, exhalo enfermedad; inhalo salud, exhalo enfermedad". Funciona.
Un abrazo muy fuerte, Reina.
Animo, cielo. Aférrate a todo lo bueno que nos has contado, ya verás cómo encontrarás otro tratamiento. Ya lo has hecho con anterioridad… Mientras, como dice Vichoff, que de estas cosas sabe mucho, relájate y respira hondo.
ResponderEliminarEstamos contigo.
Besos y muchos, muchos, abrazos.