Empezando esta aventura

EMPEZANDO ESTA AVENTURA

Por fin aquí está la sorpresita que os venía anunciando estos días.

Espero que este espacio llegue a ser un lugar de encuentro interactivo; ese libro de visitas; el diario de bitácora en el que también vosotros reflejéis libremente vuestras impresiones y emociones, y así nos enriquezcamos todos.

¡Ojalá que os guste! Irene

jueves, 21 de marzo de 2013

En el Cuartel General


Mi Querido Ejército Aliado:

Traduzco y transmito las deliberaciones de hoy en el Cuartel General:

- Majestad, me siento honrado con su visita al Cuartel General. Estoy ansioso por comentarle las buenas noticias. Hay grandes avances en el frente.

- Para mí es un placer verle mi General, como siempre. Le ruego me haga una descripción detallada de la situación, para poder hacerme a la idea y comunicarme con las tropas del Ejército Aliado. 

- Majestad, como sabe, la estrategia actual ataca a los rebeldes desde tres frentes distintos. En primer lugar, el Letrozol (esta pequeña pastilla amarilla que se toma cada noche) inhibe la producción de Aromatasa. Sin ella, su cuerpo no puede producir estrógenos, que es el alimento de los rebeldes. Aún así, como usted es tan vital, es posible que algunos estrógenos aún circulen por su sangre y lleguen a estar en contacto con los invasores. Aquí entra en acción la segunda estrategia de defensa, el Faslodex. Ya sé que son unas inyecciones dolorosas, muy caras y que le irritan la piel, pero sólo se aplican una vez al mes y sirven para anular los sentidos de los rebeldes, de manera que si pasa por delante de ellos un estrógeno, no son capaces de detectarlo. ¿Se da cuenta, Alteza, de que les estamos matando de hambre?

- Siga mi General, me doy cuenta y me parece muy interesante lo que me está contando. ¿Para qué me tomo entonces esa otra pastilla gigante y carísima, que se suponía que me iba a dejar tumbada en la cama y sin ganas de vivir?

- ¡En verdad es asombroso comprobar cómo su organismo está tolerando el Everolimus y que siga usted tan activa como siempre!

- Ya sabe, General, que yo también tengo mis armas secretas. ¡Menosprecia usted el reiki, el buen vino, los botellines de Mahou, la vida alegre y a mi Ejército Aliado!

- ¡En absoluto Majestad! No me cabe duda de que todos ellos juegan a nuestro favor en la batalla. Déjeme contarle por qué le aconsejo que tome el Everolimus cada día. Para ello debo explicarle cómo funciona el cerebro de sus rebeldes. Además de los estrógenos, usted genera en exceso una sustancia que se llama P-TEN. Cuando los rebeldes la detectan y la ingieren, se transtornan. Para ellos es una especie de droga que les incita a clonarse. El Everolimus evita los efectos de esta droga y así, entre su debilidad por falta de alimento y el síndrome de abstinencia, la mejor opción para los rebeldes es el suicidio.

- ¿Quiere decirme que se están suicidando todos?

- Las últimas imágenes tomadas por nuestros aviones de reconocimiento nos dicen que ya no quedan rebeldes en la zona de las torres 1 y 2 y muy pocos y débiles en la selva pectoral. Mire aquí...y aquí...apenas unos grupúsculos.

- ¡Eso es fantástico! ¿Cuándo ganaremos la guerra?

- Sí que lo es, y estoy muy contento, pero la guerra como tal, debo confesarle que aún no conozco la manera en que la ganaremos.

- Déjeme ver si le entiendo bien...¿voy a seguir en pie de guerra para siempre?

- Ejem...con la estrategia actual, los rebeldes se están suicidando rápidamente y los que quedan están tan débiles que no tienen capacidad de clonación, pero los científicos aún no saben qué es lo que hace que usted genere esas células adictas al PTEN y a los estrógenos. Creemos que en el ADN debe de haber alguna alteración, pero la genética, aunque avanza muy deprisa, aún no conoce todos los casos de alteraciones cromosómicas y la forma de repararlas.

- Mi General, déjese de tecnicismos, por favor. ¿Me está diciendo que probablemente tengo una alteración genética aún no estudiada, que seguramente yo siempre siga produciendo rebeldes, pero que mientras tome estas sustancias, el ritmo de creación de células rebeldes será menor que el de suicidios? 

- Más o menos sí, Majestad. Las cámaras de detección actuales no son capaces de identificar una célula microscópica y con que hubiera una sola en su organismo que esté alterada, si consigue sus alimentos, empezaría a clonarse. Por eso esta estrategia es a largo plazo. Y mientras aguante usted bien, y no me cabe duda de ello por su excelente aspecto, esperaremos a que aparezca el método de curación definitivo.

- Entiendo. Por hacer un símil con otras bandas terroristas, usted cree que llegaremos dentro de poco a un alto el fuego, pero eso no significa una entrega de las armas. Sólo se alcanzará la paz cuando haya un acuerdo definitivo.

- Exacto.

- ¿Y qué me dice de esas cinco costillas posiblemente fracturadas que se ven en las imágenes? ¿Podría tener debilidad en mis huesos como consecuencia de tanto armamento?

- Es una posibilidad. Mandaremos a un equipo especial para que verifique la densidad de sus huesos.

- ¿Y hay algo más que pueda hacer?

- Por supuesto. Mucha vida al aire libre, respetar sus tiempos de descanso, algo de deporte moderado y, si me permite la sugerencia, sustituya usted los bailes de salsa y rock&roll por los boleros. 

- Jajaja, no sé cómo lo hacemos ¡que siempre acabamos riéndonos usted y yo! Intentaré seguir sus recomendaciones.

- Gracias por su confianza, Majestad.

- Repasemos también el estado de mi brazo y mi herida axilar.

- En seguida. Nuestro equipo de curas nos informa de que hay colonias oportunistas de estafilococos aureus. Su brazo inflamado les proporciona un entorno ideal para la colonización. Es terreno pantanoso y de clima templado. Esa es la razón de que, de tanto en tanto, sufra episodios de fiebre. La recomendación es un tratamiento a base de antibióticos hasta que la herida cierre por completo. Pero debe tener confianza. La evolución en el área axilar está siendo muy favorable. 

- ¿Y el brazo?

- No sabemos qué pasará con él. De momento es un terreno que hay que mantener limpio, sin remover mucho el fango del fondo antes de poder drenarlo y prepararlo para su uso habitual.

- Ummm. ¿Hay algo más General? ¿Cuándo podré dedicarme plenamente a mis otras tareas de Reina?

- Por el momento es imposible. Aunque la guerra baje de intensidad y usted se sienta una mujer en toda su plenitud, no olvide que su cuerpo ha sido y aún es el campo de batalla. No podemos bajar la guardia. Como le decía, debe dar prioridad a la eliminación total de los rebeldes y de los colonizadores. Para ello sigue siendo necesario que se cuide como hasta ahora y evite las preocupaciones innecesarias.

- Seré una mujer plena, ¡pero una Reina limitada!

- No se enoje, Alteza, no le conviene. Se está ocupando de los asuntos urgentes y prioritarios y está ganando muchas batallas, pero su objetivo, y también el mío, es ganar la guerra.

- Tiene razón mi General. Pongamos los pies en el suelo...pero no dejemos de perseguir los sueños. ¡Hoy es un gran día! Los avances han sido espectaculares y estoy deseando felicitar a las tropas y darles descanso.

- ¡Excelente! Por mi parte, creo que la próxima reunión podría ser dentro de cuatro o seis semanas, para verificar su estado general.

- ¿Seis semanas? El Ejercito Aliado se va a poner loco de contento, como lo estoy yo ahora mismo...Mi General, un placer como siempre.

- Majestad, el placer es mío.


Mi querido y leal Ejército Aliado, la guerra baja de intensidad...¡DESCANSEN FILAS!

Irene, Reina


p.s. - Para aquellos que me pedisteis la "foto" del Ejército Aliado para verla más grande y mejor, os adjunto un archivo en Word, donde además podréis jugar a buscaros, cambiaros de lugar y de color (en la versión original el orden es aleatorio) o como decía mi hermana mayor, imprimirlo en tamaño póster. Besos.

1 comentario:

  1. Comparto tu dicha y que vayas librando batallas pues batalla a batalla conseguirás ganar la guerra completa, enhorabuena!!! un beso!

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